Salir de noche a bailar siempre ha tenido sus pequeños riesgos. Cuando todos nosotros rozábamos los 15 años y ya podíamos ir a las discotecas "light" donde no servían alcohol, nuestras madres decían "hijo, ten cuidado con quien hablas" o también el típico "Si ves a alguien raro por la calle, intenta evitarlo" o quizás "si ves una pelea, aléjate de ella". Todos aquellos sabios consejos que unos u otros escuchábamos con mayor o menor atención.
Lo que nuestras madres no nos dijeron es que tuviéramos cuidado de no cruzar una mala mirada o no iniciar una pelea con una persona que portara un arma de fuego entre el calzoncillo y el pantalón. Yo no sé en qué piensan éste tipo de personas cuando se visten, y hacen la revisión de que no se olvidan nada.
Sería algo así como: "A ver, llevo las llaves, la cartera, dinero suficiente, el móvil, los condones que ojalá hoy no vuelvan a casa y... la pistola con el cargador lleno de balas"
Qué triste que alguien tenga salir a la calle así para... ¿Sentirse más seguro? ¿Ser más macho? ¡Oye! Quizás el llevar una pistola es "un arma" para ligar. A lo mejor a las niñas les vuelve locas que un machote lleve una pistola pegada a su culo.
Sea como fuere, la actitud de personas así me da bastante pena. Qué pena de gente que si no lleva ocho balas listas para disprar, no se sienten seguros para salir a beberse un par de copas y pasarlo bien con sus amigos.
Y lo más triste de todo, es que ésta fotografía es sólo UN caso de tantos miles que hay a diario en esta ciudad de Santo Domingo.
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